Oct 11

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«¡Cuidado! Se están colando…» Éste fue el grito de guerra de una buena parte de los sufridos visitantes, turistas y peregrinos que ayer tuvieron que aguantar estoicamente hasta tres horas de cola para abrazar al Apóstol y ganar el ansiado jubileo en este Xacobeo, y que vieron cómo aprovechando cualquier descuido había gente que iba ganando terreno para llegar antes hasta la Catedral.

Este macropuente del Pilar abarrotó la ciudad en pleno Xacobeo. Pasadas las once de la mañana la cola para llegar hasta la Basílica pasaba por la rúa da Conga y llegaba prácticamente hasta el Preguntoiro. En fila india, familias con niños, parejas y numerosos grupos procedentes de distintos puntos de Galicia, España y del extranjero, sobre todo, de la vecina Portugal.

«Hay que tener fe para ganar el jubileo, pero para soportar estas colas también hay que armarse de paciencia», señalaba un turista palentino que vino a Santiago con su familia, aunque señaló a este diario que las pernoctaciones las hacían en un hotel de Sanxenxo.

Idoia, de Bilbao, también visitó Santiago acompañada por su familia, un total de seis personas. Ella también optó por coger un hotel en Cambados. «Nos apetecía aprovechar la visita para ver varios lugares de Galicia, aunque en Santiago aprovecharemos para tapear y sobre todo comer marisco, al menos hasta que nos dé el presupuesto».

Una vecina de Toledo, Laura, asegura que «no encontré por Internet ninguna plaza hotelera. Al final, decidí con mi marido irnos a dormir a O Grove».

Otros, como Alejandro, de Madrid, aseguró que «cogí con mi mujer y mis dos hijos una habitación en un hotel de Santiago porque con los niños pequeños preferimos no tener que movernos mucho. Además, queremos aprovechar este puente para conocer a fondo toda la ciudad».

A pesar de que parte de los turistas se alojen fuera de Santiago, la hostelería compostelana está haciendo de septiembre y este octubre su particular agosto. Las cifras del pasado mes lo demuestran con un 82,24% de ocupación hotelera.

Desde el sector hostelero señalaban que el arranque del Xacobeo fue flojo, pero que a medida que pasa de su ecuador los porcentajes suben como la espuma a la espera del ya histórico 6-N de la visita del Papa.

Mientras unos hacían penitencia soportando la cola para entrar en la Catedral, otros turistas, visitantes y peregrinos se afanaban por coger sitio en algún bar, restaurante o cafetería a la hora de comer. Las terrazas también pudieron verse abarrotadas, ya que la buena temperatura registrada ayer invitaba a disfrutar de la jornada festiva.